Machupicchu conmemora su histórica designación como una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno, anunciada en Lisboa en 2007.
El Santuario Histórico de Machupicchu no deja de sorprender al mundo entero. Cada año, un millón y medio de viajeros asciende hasta su verde explanada rodeada de pasadizos y murallas para reencontrarse con el pasado y proyectarse hacia el futuro.
Hoy más que nunca, el mundo celebra la designación de Machupicchu como una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo Moderno. El anuncio se hizo en Lisboa un 7 de julio del 2007. Machupicchu compartió podio con otras reliquias como la Gran Muralla China, la ciudad nabatea de Petra (Jordania), el Cristo Redentor de Río de Janeiro (Brasil), La ciudad maya de Chichén Itzá (México), el Coliseo de Roma (Italia) y el mausoleo del Taj Mahal (India).
Machupicchu se ubica en la provincia de Urubamba, en la región Cusco, a 2,438 m s.n.m. y está custodiado por el cerro Huayna Picchu.
¿Quién movió las rocas para construir el complejo? ¿Quién montó sus estructuras con suma perfección?
Algunos visitantes siguen pensando que Machupicchu es el resultado de una intervención extraplanetaria o mística, pero los historiadores han demostrado que fue el esfuerzo de miles de antiguos peruanos los que hicieron posible esta maravilla.
Machupicchu fue obra de los Incas, una civilización altamente organizada que habitó tierras sudamericanas entre los siglos XV y XVI. Los Incas adoraban al Inti (el Dios Sol), a la Pachamama (la Madre Tierra), entre otras divinidades de la naturaleza. Lograron una admirable expansión territorial y dejaron un legado histórico.
Entre todo ese legado, está el imponente santuario.
“Se necesitaron unas 3 mil a 4 mil personas, entre prisioneros de guerra, llamados piñas, y poblaciones separadas de sus comunidades y esclavizadas por el Inca, conocidas como los mitimaes”, apunta el historiador de la Universidad Nacional Mayor deSan Marcos de Lima, Juan Carlos Hidalgo, sobre la construcción de Machupicchu. Estos realizaron una labor extraordinaria para reunir las rocas que el mismo cerro Huayna Picchu les proveía y armaron la estructura que estaba dedicada básicamente al retiro del Inca y al culto al Dios Sol.
La irrigación del complejo también provenía del cerro que lo custodia, ya que en sus alturas se junta el agua de las nubes, la cual descendía a través de puquiales.
La construcción de Machupicchu fue encargada por el Inca Pachacútec pero habría quedado inconclusa por la llegada de los españoles. Luego de siglos, fue redescubierta por el investigador norteamericano Hiram Bingham en 1911.
El nombre “Machupicchu” significa en quechua “Monte viejo”, mientras que Cusco, capital del Imperio de los Incas, proviene del vocablo Qosco que significa “ombligo del mundo”. Los Incas veían a la Ciudad Imperial como el centro del universo en relación con sus dioses. Lo mismo opinan millones de viajeros que suelen visitar Machupicchu cada año. Una de las primeras interrogantes que se hacen cuando suben al complejo es si allí vivía el Inca de forma permanente. “No era así -afirma Juan Carlos Hidalgo-, sino que Machupicchu cumplía básicamente dos funciones: era casa de descanso para el Inca y a la vez un santuario en honor al Dios Sol. De ahí la elección del Valle del Urubamba: un lugar retirado (aunque cercano al Cusco) donde el Inca podía conectarse con el Hanan Pacha o 'Mundo de Arriba'”.
Muchas figuras del mundo de la cultura y del espectáculo se han rendido ante la magia de Machupicchu a lo largo de los años. Entre ellas, el cantante norteamericano Cole Porter (quien estuvo ahí en 1939), Pablo Neruda (1943), Ernesto Che Guevara (1952) y más recientemente Zac Efron, Ricky Martin, Juanes, Cameron Díaz, Owen Wilson y Jim Carrey.
Hace algunos años, la actriz de “Juego de Tronos”, Emilia Clarke, reveló su deseo por conocer alguna vez el santuario histórico. “Quiero ir a Machupicchu en Perú”, confesó la popular Daenerys Targaryen en entrevista al portal Zimbio.
Primero hay que arribar al Cusco. Una vez autorizados los viajes, puedes tomar un vuelo desde Lima. El tiempo de recorrido es de una hora y quince aproximadamente. O puedes viajar en bus. La ruta demora unas veinte horas desde la capital. Una vez en el Cusco, hay que viajar 1 h y 45 minutos más hasta Ollantaytambo y desde allí 2 horas más en tren hasta Machupicchu.
Es importante reservar los pasajes o el tour con anticipación. La mejor temporada para ir a Machupicchu es entre abril y octubre que es la temporada seca. Se recomienda llevar ropa de abrigo y pastillas contra el mal de altura.
Fuente: PROMPERÚ
